El Gran Misterio Del Agua

 

Actualizado Cronológicamente

 

Mi buen amigo Lee Corvino me envió un artículo de ‘Noticias Científicas’ (News’ (Vol. 161, no 12) en relación a la fuente del agua oceánica terrestre (1). Escrito por Ben Harder, el artículo muestra el pensamiento científico actual acerca de donde vino toda el agua de la Tierra. Esto representa un problema particular para los científicos planetarios porque la Tierra simplemente no debería tener tanta cantidad de agua como tiene. La Tierra está relativamente cerca del Sol, y el agua, volátil, debería haber sido expelida del sistema solar primigenio antes que la Tierra se formara. Así pues, la Tierra debería ser un planeta mucho más seco. ¿Entonces,  dónde se originó toda el agua que resulta tan crucial para la biósfera planetaria?

 

Ben Harder describe varias teorías que en la actualidad dan vueltas por los círculos científicos. Hasta muy recientemente la teoría líder era la noción que los océanos fueron depositados por el impacto cometario sobre la recién formada Tierra (la hipótesis post-capa) (2). Este bombardeo ocurrió hace más de un billón de años (y puede también explicar como apareció la vida tan temprano geohistóricamente en la Tierra). Pero de acuerdo al artículo de Ben Harder, los datos recientes de cometas han imposibilitado esta suposición. El problema radica en que la proporción de isótopos terrestres y cometarios son muy diferentes.

Los cometas analizados contienen cantidades relativamente grandes de deuterio, y sin embargo este isotópo es escaso en la Tierra. Si esta composición del hielo de los cometas analizados es representativa de los cometas del sistema solar en general, entonces muy poco del agua terrestre puede ser atribuída al impacto cometario que siguió a la formación del planeta. Tomando esto en cuenta, parece que apenas la mitad el agua oceánica podría haber sido depositada por impactos cometarios. Como dice Ben Harder:

“Asumiendo que la composición del Halley, Hyakutake, y del Hale-Bopp son representativas de todos los cometas, explicar cómo una granizada de objetos pudo generar océanos con la proporción terrestre de deuterio es como intentar hacer un postre bajo en calorías con crema espesa.”

Los desconcertados científicos han intentado parchar la declinante teoría ‘post-capa’, añadiendo a la contribución cometaria aquella de los asteroides ricos en agua, pero eso no explica otros problemas relativos a la composición química terrestre. La Tierra es rica en muchos otros volátiles, y estos elementos (en su mayoría gases nobles) no se hallan en los meteoritos.  Agregar el agua de los cometas a la de los asteroides no aclara la relativa abundancia de estos otros volátiles químicos. Por ejemplo, estudios recientes de científicos de la Universidad de Arizona investigando la relación relativa del osmio en los condritos carbónicos hunde aún más la teoría, porque el máximo de la deposición de volátiles venidos del espacio en la formación de la Tierra es un magro 15% (3)

Estos nuevos hallazgos le están causando grandes dolores de cabeza a los científicos terrestres. La implicación natural es que la Tierra se formó con sus volátiles desde el inicio mismo. Incluso los modelos actuales del sistema solar primigenio señalan esto. Algunas ideas nuevas han salido a relucir, en variados rangos de complejidad, para explicar esta contradicción. ¿Quizá el sistema solar primigenio era más frío de lo pensado? ¿Quizá la Tierra fue formada a partir de una multiplicidad de ‘embriones’ planetarios, algunos de los cuales originados más cerca de Júpiter que de la Tierra, lo cual permitió esta presencia de volátiles? ¿Quizá las rocas que formaron la Tierra primigenia atraparon cantidades masivas de agua en su interior, previniendo que los volátiles fueran expulsados desde el disco de acresión interno?

Como dirían esos cómicos del show japonés ‘¡Banzai!¡: “Hagan sus apuestas”

 

“Apostando Finales!”

 

La solución les brilla en la cara a los científicos planetarios. Es tan obvia que su ausencia en el de otra manera excelente artículo de Ben Harder hablaría volúmenes por si sola. La Tierra posee una rica mezcla de volátiles, incluyendo el agua, porque nuestro planeta se formó originalmente mucho más lejos del Sol.

¿Pero cuánto más lejos? Las claves pueden ser rastreadas de la teoría ‘embrionaria’ del francés Allesandro Morbidello (4). Él propone que la Tierra se formó a partir de la coalescencia de embriones tamaño lunar derivados de algunas órbitas caóticas en el sistema solar primordial. Los portadores de volátiles debieron formarse alrededor de unas 4 Unidades Astronómicas (UA); cuatro veces más lejos de la Tierra al Sol, pero aún dentro de la órbita del gigante Júpiter. Él apunta, sin embargo, que el portador de agua a 4 UA hubiera sido geológicamente único en el sistema solar.

¿Más bien como la Tierra misma, entonces?

Los datos en relación a la composición de isótopos del agua en el sistema solar interior sugieren fuertemente que la Tierra se formó alrededor de 4 UA de distancia del Sol. Esto, por supuesto, no ‘encaja’ con el modelo oficial de la evolución del sistema solar. Aunque la evidencia apunta en esa dirección, de modo que los científicos deberían revisar el modelo oficial.

Si la Tierra estuvo alguna vez cuatro veces más lejos del Sol que ahora, entonces debemos explicar como se las arregló para llegar a su actual cercanía solar. De alguna forma,  fue empujada dentro del sistema solar interior desde una órbita orignalmente más cercana a la de Júpiter.

 

Un modelo para este hecho ya existe en la hipótesis que plantea ‘El Duodécimo Planeta’ de Zecharia Sitchin (5).  Luego de traducir, organizar e interpretar antiguos textos sumerios cuneiformes, este académico propuso que los mitos primitivos mesopotámicos describían el sistema solar con un elevado grado de exactitud, pero con algunos datos adicionales. Interpretar los mitos en un contexto astronómico le sugirió a Sitchin que existe entre los cometas un planeta sin descubrir, uno que no era originalmente del sistema solar, sino un intruso errante en el espacio interestelar que penetró en la zona planetaria.

Ahí encontró un mundo acuoso a 4 UA, y una gran ‘batalla celestial’ tuvo lugar entre estos ‘dioses’ planetarios. El resultado fue el empujón de este Mundo Acuoso,  al sistema solar interior, donde se convirtió en la Tierra. El intruso, Nibiru, fue puesto en una órbita excéntrica más allá de los planetas conocidos, donde permanece hasta hoy para ser redescubierto.

Es un material controversial, por supuesto. No de la clase de razonamiento especulativo que rápidamente llama al clásico pensamiento racional de nuestros académicos clásicos. Pero el misterio acuoso que estamos considerando  es remarcablemente consistente con esta hipótesis.  Sin que sea necesario afirmarse en teorías viejas  y duras de morir, parece que tenemos una solución más simple a este dificultoso problema.

 

El Origen de la Tierra

 

Sin embargo, la evidencia isotópica en relación al hielo cometario también pone una de las afirmaciones de Sitchin en el tapete. Él propone que pedazos del impacto de la Tierra primordial (Tiamat) con Nibiru, y/o una o dos de sus lunas, fueron repartidas por el sistema solar formando el cinturón de asteroides, y los cometas. Quizá la formación de los asteroides pudo ocurrir así, pero no los cometas. La teoría ‘post-capas’ misma tiene problemas porque los océanos de la Tierra no pudieron haber sido totalmente derivados de los cometas. Y tampoco los cometas del sistema solar pudieron haber sido formados a partir de la Tierra primordial. Si así fuera, la relación isotópica sería consistente con la terrestre.

Las teorías actuales de la formación de la Luna están centradas en una colisión masiva entre la Tierra y un cuerpo del tamaño de Marte, esparciendo  pedazos en una órbita alrededor de la Tierra, los cuales eventualmente se reunieron para formar la Luna (6). La ausencia de un núcleo de hierro significante en la Luna sugiere que este impacto tuvo lugar después que el propio núcleo de la Tierra gravitó hacia el centro del planeta (7). Es concebible que los pedazos remanentes de la Tierra primigenia formaron el cinturón de asteroides, según la propuesta de Sitchin, y esta posibilidad es fácil de ser testeada mediante estudios posteriores sobre la composición de los asteroides del cinturón entre Marte y Júpiter. Esto pudo haber ocurrido cuando se formó la Luna, o como resultado de impactos posteriores sobre la nueva Tierra en formación.

Si eso es correcto, entonces la Tierra primordial (Tiamat) debió ser sin duda un planeta significante, tanto que los impactos mayores sobre él generaron el cinturón de asteroides y la Luna (pero claramente no los cometas). Tal masivo terrestrial planeta pudo haber tenido con facilidad una vasta cantidad de volátiles a la distancia original de 4 UA. Tampoco sería incongruente que tan grande planeta hubiera hospedado satélites masivos como la Luna, un punto señalado por Sitchin cuando describe la relación entre el Tiamat sumerio y ‘Kingu’.

¿Si la Luna se formó a partir de una colisión entre la Tierra primordial y un cuerpo tamaño Marte, entonces cómo podría encajar con la ‘batalla celestial’ descrita en el ‘Enuma Elish’ babilónico? El cuadro se complica con el descubrimiento científico del ‘último y gran bombardeo’ sobre el sistema Tierra/Luna hace 3.9 billones de años (8). ¿Fue esta la Batalla Celestial descrita por los antiguos mesopotámicos?

 

Quizá la muy primigenia Tierra (Tiamat) fue primero quebrada por un cuerpo tamaño Marte, formándose la Luna (Kingu). Tiamat permaneció como un mundo gigante acuoso con una nueva y sustancial Luna. Y así pudieron haber permanecido si el sistema solar no hubiera sido perturbado por un intruso.

Nibiru, un errante planeta gigante o pequeña enana café (9,10) penetró la zona planetaria, trayendo con él un contingente ya formado de cometas y satélites. Este último hecho puede haber sido el ‘‘último y gran bombardeo’ ocurrido hace 3.9 billones de años, cuando miles de impactantes asesinos  bombardearon nuestro planeta.

La inmensa gravedad de Nibiru, su momentum y el vector no-orbitante perturbaron a Tiamat y causaron que cayera hacia el Sol, quedando en una nueva órbita. Después de billones de años, la resultante Tierra fue pastoreada por el Sol y Júpiter a una nueva órbita más estable, llegando a ser el más bien extraño mundo en que vivimos, con su Luna excesivamente grande y sus aguas también excedidas en cantidad. El mismo Nibiru resultó capturado por el Sol, pero permanece perdidamente rebotando y posiblemente aun errático, una condición que previene a los planetas conocidos armonizar sus resonancias.

 

El Carácter Especial de la Tierra

 

Un punto final que anotar. Si la Tierra no debiera ser tan húmeda como es, debido a su cercanía al Sol, entonces es perfectamente posible que la Tierra sea en realidad un lugar muy especial. Sin la acción de un visitante planeta intruso de grandes dimensiones (y yo considero que Nibiru es no menor a una sub-enana café), la Tierra sería un lugar mucho más frío de lo que es. Más bien una ‘Tierra Bola de Nieve’. La vida se apoya en el agua líquida... ¿se habría presentado la actual biodiversidad en la Tierra si el planeta estuviera aún a 4 UA? Uno sospecha que no.

Si un nuevo planeta se estuviera formando cerca de una estrella, como la Tierra del Sol, y esto lo calentara lo suficiente para mantener agua líquida en su proceso, entonces estas mismas condiciones deberían generar la inclusión de agua  en primer lugar. La presencia de agua líquida en abundancia en un planeta helado es una paradoja, porque el calor y el agua no parecen mezclarse cuando se formaron los planetas terrestres. Así que esta paradójica situación que tenemos en la Tierra se resuelve ya sea considerando la posibilidad que la Tierra se acercó significativamente al sol desde su formación, o por repensar como se forman los planetas.

 

Lo que sea que haya causado que nuestro planeta tenga tanta agua tan cerca  del Sol, debe ser inusual, posiblemente incluso único. La abundancia de agua líquida terrestre debe ser muy rara si se requiere la presencia de un planeta intrusivo para explicar su empujón a una órbita más cercana al Sol. (Al decir esto, algunos de los planetas  extra-solares encontrados tan lejos tienen órbitas extrañas; particularmente gigantes gaseosos que giran alrededor de las estrellas madres a una proximidad muy cercana (11). ¿Por qué los gases constituyentes no fueron volados lejos por la estrella antes que el planeta se formara? ¿Implica esto acaso que la órbitas planetarias pueden cambiar radicalmente, posiblemente como resultado de una interferencia extraña? ¡Más planetas, por favor, Dr. Marcy!)

 

La Vida alrededor de la Estrella Frías

 

Un pensamiento final. Siempre asumimos que nuestro viejo aburrido Sol es como una huella dactilar para que otros sistemas solares puedan albergar las condiciones para la vida. Quizá esta presunción es correcta, y la búsqueda de Inteligencia Extra-Terrestre debería enfocarse en estrellas similares a nuestro Sol. Pero si la presencia de abundante agua en la Tierra es en verdad una anomalía dado el calor local generado por nuestro Sol en su formación, entonces quizá deberíamos buscar vida en sistemas estelares cuyos fuegos primordiales no sean tan calientes. Después de todo, el espectro de características estelares no comienza con nuestro Sol.

Las enanas rojas, o como me atrevo a decir, incluso las enanas cafés deben haberse formado sin el mismo entusiasmo por purgar agua que nuestra amarilla estrella. Me pregunto si esto significa que deberíamos enfocar nuestra atención a los miembros menos brillantes de la familia celestial; incluso aquellos que permanecen totalmente escondidos. Estas relativamente estrellas frías deben haber permitido que se formaran mundos acuosos a su alrededor, y los bombardearon con menos radiación dañosa para sacarles el agua. SETI debe haber estado buscando en lugares erróneos todo el tiempo.

 

Mundos Acuosos

 

El concepto de ‘migración’ planetaria ha estado siendo cada vez más aceptado. No fue hace mucho que Tom van Flandern criticó duramente ‘El Duodécimo Planeta’ de Zecharia Sitchin sobre la base que la Tierra no pudo haber migrado al interior del sistema solar desde el cinturón de asteroides. Argumentó que la órbita terrestre debería ser en ese caso extremadamente elíptica, y que debería aun cruzar el cinturón de asteroides. Estos argumentos fueron suficientes para sacar a Alan Alford de la idea de la existencia de un sustancial Planeta X (12).

Pero la ciencia ha crecido en estos años recientes, y está en general más abierta a la posibilidad del Planeta X (13). Esto es parcialmente a causa de los descubrimientos de nuestro propio sistema solar exterior, pero también por los datos que se han acumulado en relación a planetas extra-solares. Muchos de los ‘exoplanetas’ tienen órbitas anómalas. Algunos de ellos orbitan a sus estrellas a distancias muy cortas, y son conocidos como ‘Júpiter Calientes’. Estos gigantes bizarros están demasiado cerca de sus estrellas para haberse formado donde se hallan actualmente (de acuerdo eso sí, a las actuales teorías relativas a la formación planetaria), así que el concepto de ‘migración’ es cada vez más empleado para ayudar a los científicos planetarios a dormir por las noches. ¿Si tal modelo puede ser aplicado ampliamente donde sea, entonces de seguro podría haber ocurrido en nuestro sistema solar también? ¿Posiblemente a la Tierra?

 

El escritor científico Andrew Pike describió recientemente una posible nueva clase de planetas que suenan asombrosamente similares a Tiamat, como lo describe Sitchin. Esta clase de planetas, llamdos ‘Mundos Acuosos’, son aún teóricos, pero esto parece un desarrollo muy ineteresante para aquellos interesados en la transformación de Tiamat en la actual Tierra:

 

“Alain Leger del Instituto de Astrofísica Espacial, Francia, ha sugerido una nueva clase de exoplaneta llamada ‘Mundo Acuoso’. Tales mundos deberían estar completamente cubiertos por agua sin masas de tierra. Deberían tener el doble del diámetro y unas seis veces la masa de la Tierra con distancias orbitales de la estrella central similar a la de la Tierra (1 UA). Deberían tener un núcleo metálico (probablemente hierro) de unos 4000 km de radio, rodeado por un manto rocoso de 3500 km de espesor, y estar cubiertos por una capa de hielo de 5000 km a su vez cubierta por unos 100 km de agua líquida.

“Finalmente, el planeta debería tener una atmósfera gaseosa para retener su superficie líquida y prevenir su evaporación al espacio. Los Mundos Acuosos deberían inciar la vida de forma similar que Urano  y Neptuno en nuestro sistema solar. Sin embargo, estos exosistemas pueden después emigrar a regiones más cálidas calentándose en la medida que lo hacen.

“Tal migración debería ser un lugar común en los exosistemas. Explica un montón de hechos observados allí, en particular el cómo se forman los ‘Júpiter Calientes’. Estos Mundos Acuosos están aún en los reinos de la especulación pero hay un montón de razones para creer que pueden existir y su detección podría estar más cercana de lo que pensamos. Si alguno de estos Mundos Acuosos pasa frente a una estrella similar al Sol causaría unas milésimas de disminución del brillo estelar lo cual se halla dentro del rango de la detección planificada en proyectos como las misiones Eddington y Kepler (diseñadas para ampliar la búsqueda de planetas extra-solares).” (14)

Hay mucho que no comprendemos en la formación de los sistemas planetarios. Esta puede ser apenas una entre miríadas de posibilidades, pero su introducción temprana a la especulación científica indica su potencial. Si tales Mundos Acuosos son hallados proveerían una fuerte base a las teorías de Sitchin. Porque uno de ellos pudo haberse formado entre Marte y Júpiter y, mediante la interacción con Nibiru, haber migrado hacia el sol hace unos 3.9 billones de años, perdiendo de esta manera sustanciales cantidades de su agua en el sistema solar. El resultado, como dicen, es historia. ¡La historia de la Tierra!

 

Fotosíntesis

 

Durante años he escrito cómo un ecosistema pudo haberse originado  en un satélite orbitando una pequeña enana café, cuya emisión de luz es mínima. Puede ser fácilmente discutido que las condiciones en dicho satélite serían suficientemente cálidas para el agua líquida, pero algunos han ofrecido un contrargumento en el sentido que habría insuficiente luz para la fotosíntesis en el sistema solar exterior. Tal luz debería provenir de Nibiru, una vieja y pequeña sub-enana café: una clase de estrellas fallidas de las cuales sabemos muy poco. Los astrónomos discuten acerca de que tales cuerpos puedan acaso emitir luz, pero parece haber una buena posibilidad de ello, mediante reacciones químicas en las capas externas de la atmósfera. Esto daría por resultado unos ‘destellos’ luminosos en vez de un brillo constante.

Esto es como discutir de los peces que emiten luz al fondo de los océanos. Antes de su descubrimiento nadie esperaba un ‘Pez Cazador’ (pez de las profundidades que lleva una luz como ‘anzuelo’) en el fondo de nuestros océanos. ¿Es Nibiru el equivalente planetario de un pez-cazador de neón rojo? ¿Está su sistema de satélites iluminado por este pequeño oasis de luz roja en el abismo profundo del sistema solar exterior? Sugiero que así es.

¿Sería esto suficiente para que fotosíntesis tuviera lugar? Podemos observar los eventos en nuestro propio planeta para responder esto, en particular bajo el hielo antártico. La científico Chris McKay ha estudiado ecosistemas que aprovechan el mínimo de luz que emerge por el hielo para gatillar la fotosíntesis:

"Sólo alrededor del 2% de la luz solar atraviesa el hielo y llega a las cianobacterias, pero esto es suficiente brillo como para que la fotosíntesis ocurra.” Para McKay, en efecto, la capacidad de superviviencia de algunos organismos fotosintéticos en luz mínima aporta una importante lección para la exobiología. “Hay plantas que fotosintetizan a niveles luminosos equivalentes a vivir a cientos de unidades astronómicas” dice...  [lo cual] queda mucho más allá que el doble del planeta más distante del Sol, Pluto. Por lo tanto, cree McKay, no hay razón para pensar que alguno de nuestros planetas solares, o cuerpos situados similarmente alrededor de estrellas como el Sol, se hallan en condiciones demasiado oscuras como para sostener vida fotosintética.” (15)

Si se añade las cualidades tibias y la iluminación efecto de la estrella oscura Nibiru, entonces las condiciones en sus satélites son más favorables aun para que emerjan ecosistemas complejos en el sistema solar exterior. El juego continua.

 

Mares Ecuatoriales en Marte; Confirmado!  

 

Los lectores regulares de este sitio web habrán sabido bastante del Dr John Murray en estos años; es un Cientista de la Tierra en la Universidad Abierta (Open University) ubicada en Milton Keynes, Inglaterra. Uno de sus intereses es la astronomía, y fue por supuesto uno de los profesores que impulsó la idea de una enana café  en una gran órbita circular alrededor del Sol allá en 1999. Ha vuelto a estos trabajos una vez más, ahora debido a su involucramiento en la Misión ESA a Marte. Su conocimiento geológico ha sido testeado con estas imágenes de hielo en una región ecuatorial marciana (16, 17).

 

Un comunicado de prensa de la University College London (UCL) confirmó el hallazgo después de una presentación reciente a los científicos de ESA en una conferencia en Holanda. La imagen de cámara parece haber captado un mar helado hace unos 5 millones de años, cubierto después por polvo volcánico que previno la sublimación del hielo en la delgada y frígida atmósfera marciana. La BBC trajo esta noticia esta mañana, resaltando el hallazgo adicional de gas metano sobre la misma área general. La combinación de un cuerpo de agua profundo y gas metano sugiere con mucha fuerza la idea de vida presente bajo la superficie marciana.

El mismo mar es del tamaño del Mar del Norte costa afuera del Reino Unido, y tiene como promedio una profundidad de 150 piés (aprox 50 mt). Se halla ubicado en el área de Marte conocida como Elysium, a 5 grados al norte del ecuador.

El comunicado de prensa dice que: cuando los niveles de agua se hundieron en Marte, bloques de hielo parecen haberse reunido en islas, y el hielo delgado formó cráteres. La estudiada superficie plana del planeta sugiere ‘que la mayor parte del hielo aún se halla allí’. El hielo en la superficie marciana no es estable debido a la baja presión atmosférica. Mientras el agua congelada normalmente sublimaría—cambiaría directamente del estado sólido a vapor—en la superficie planetaria, el mar congelado está protegido de este proceso por una cubierta de polvo y ceniza, añadió la Universidad (17).

Esto parece ser una muy buena naticia de la existencia de vida en Marte. Sorprendentemente, esta información no ha llenado titulares como lo hizo el descubrimiento del controversial meteorito ALH1004. ¿Quizá ESA tiene menos peso que NASA en los medios? Aún así, esta es una verdadera copa para la Agencia Espacial Europea que recientemente entró en júbilo después del  increíble éxito del aparato Huygens que descendió en Titán.

Dado que el mar es relativamente joven en términos geológicos, el Dr Murray sugiere que el hallazgo implica la presencia de otros bolsillos de agua líquida en Marte a través de su historia. "Esperaba que los glaciologistas estuvieran escépticos de nuestra interpretación,” dijo, “pero cuando mostré las imágenes a un experto en hielo marítimo, estuvo completamente convencido.” (16)

La confirmación de la presencia de agua líquida en Marte es exactamente lo que hemos estado esperando. Debería acelerar la búsqueda de vida en el planeta rojo y más allá en el Sistema Solar.

 

¿Ha establecido Impacto Profundo la Teoría de Sitchin? 

 

El 4 de Julio del 2005 la NASA celebró con estilo el día de la Independencia de EEUU. Había enviado un artilugio espacial llamado Impacto Profundo hacia un cometa de período corto (corredor de milla) llamado Tempel 1. Mientras se aproximaba, el navío dejó caer un artefacto más pequeño, del tamaño de una máquina de lavar, al paso del cometa que se acercaba. El impacto no sólo generó un gran despliegue de fuegos artificiales para los telescopios que observaban, sino además prometió aportar a los astrónomos un excepcional destello del interior de un cometa.

 

Un mes más tarde, aun estamos esperando los resultados de las espectrografías tomadas por varios grupos de investigación conectados con el proyecto. Parece que tendremos que esperar varios meses más. Uno se pregunta por qué.

Recientemente, la autora y periodista Linda Moulton Howe publicó una entrevista con el Dr Carey Michael Lisse, profesor de física en la Universidad de Maryland, miembro del Equipo científico ‘Impacto Profundo (18). Él iba a la 9ª Conferencia Internacional de Asteroides, Cometas y Meteoros en Brasil, y compartió algo del material que presentaría allí. Explicó que el trabajo científico aun estaba caminando, dependiendo de las medidas de los datos espectrográficos. Pero los resultados preliminares eran al mismo tiempo excitantes, y algo confusos.

Sucede que el Cometa Tempel 1, el cual se compone mayormente de agua congelada, contiene todos los elementos que forman rocas en la Tierra. También contiene carbonatos, lo que indica rocas similares a la piedra caliza. Esto es muy extraño, porque la caliza requiere un ambiente de agua líquida para formarse, así como de otros ingredientes como silicatos.

¿Cómo se las arregló un cometa que vaga lento a través del sistema solar exterior para terminar con caliza en su composición rocosa? No parece posible, basándose en nuestro actual sistema de conocimiento de la formación de objetos del Sistema Solar.

Hay otro problema emergente de los datos del Impacto Profundo. El Cometa Tempel 1 parece no tener hierro entre sus componentes elementales. Esto es también muy extraño, porque el hierro es un elemento común en nuestro Sistema Solar. Ahora, puede ser que estos datos preliminares no estén completos, y que otros datos posteriores deban venir a explicar estas extrañezas. Pero si hay algo verdadero en esta información entonces hay buenas noticias para el Sr Zecharia Sitchin aquí. ¿Por qué? Porque es posible que este humilde cometa pueda probar su “Teoría del 12º Planeta”

Si la piedra caliza no se puede formar en un ambiente cometario, entonces la implicación es que el interior semi-rocoso del Tempel 1 primero se formó en un embrión planetario, si es que no era parte de un planeta de gran escala. Este cometa podría parecer haber sido parte de algo mucho más grande que él mismo. Los lectores de ojos entusiastas recordarán que hace un momento el profesor Lisse dijo que todos los elementos encontrados en las rocas terrestres están presentes en este cometa. ¿Es esto una coincidencia? ¿Qué está ocurriendo aquí?

 

Lee Covino, el editor de mi nuevo libro, está muy excitado con los datos de Impacto Profundo (o la falta de ellos). Piensa que hay algo sumamente extraño en estos bloqueos de noticias, porque estos datos deberían estar disponibles en libertad. En vez de ello, los científicos los esconden y planean ir entregándolos de forma paulatina a través de revistas y publicaciones astronómicas y astrofísicas. Esto es como correr a contrapelo  de los medios científicos amigables, donde NASA catapulta cada trozo de noticias tan pronto como está disponible. Uno había pensado que Impacto Profundo era una sección científica amigable con los medios que comandaría la atención mundial. ¿Entonces por qué la cautela de los cinetíficos de NASA en esta ocasión? ¿Hay algo entre los datos que los hacen incómodos?

Bien, ¿qué pasa si Tempel 1 es básicamente un gran pedazo de roca terrestre acuosa? ¿Qué si la composición de sus elementos e isótopos coincide con la de nuestro propio planeta? ¿Cómo podrían explicar eso los científicos terrestres? El Tempel 1 es un cometa común de corto rango,  lo que implica que su composición debe ser compartida por otros cometas. No pueden todos ser rocas de hielo orignarias de la Tierra, ¿o sí?

Puede ser así si Sitchin está en lo cierto. Si el planeta primigenio precursor de la Tierra era una grande y acuosa versión de nuestro planeta, y fue golpeado por un objeto planetario masivo, entonces trozos de esa Tierra primigenia pudieron haber sido arrojados a dar vueltas en el Sistema Solar. La Tierra misma entonces, migró hacia dentro, como ha sido planteado arriba. No sólo eso, sino que tal teoría explicaría la ausencia de hierro en Tempel 1. El hierro que forma la Tierra tiende a hundirse hacia el centro, lo que significa que un golpe superficial habría arrojado al espacio una desproporcionada cantidad de rocas pobres en hierro. Por lo tanto, los cometas resultantes no tendrían hierro. Pero estarían repletos de agua congelada, como muestra este cometa.

 

Si la relación isotópica del agua tronada del Tempel 1 por Impacto Profundo es la misma que la de Tierra, entonces Zecharia Sitchin tendrá buenas razones para tener su propia fiesta  de fuegos artificiales. Los datos probarán que estos cometas resultaron de un masivo choque planetario sobre la Tierra primigenia en la historia del Sistema Solar.

Algunos comentaristas son profundamente suspicaces acerca de la forma en que los datos de Impacto Profundo están siendo manejados. Richard Hoagland asevera que hay contradicciones entre lo que primero se dijo y lo actual (19). Los comunicados de prensa iniciales indicaban que todo iba bien después del impacto, y que el gran espectro estaba convenientemente en manos del equipo científico del proyecto. Sin embargo eso no es lo que ahora dice el Dr Lisse, quién habla que los instrumentos de la nave madre no estaban correctamene afinados. Aún no está claro cual es la discrepancia, o cuántos datos confiables se harán públicos en los meses venideros. Richard Hoagland huele a ratas, y personalmente veo el motivo detrás si es que él tiene razón.

Más detalles aparecieron en Septiembre acerca de los inusuales componentes encontrados al interior del Tempel 1:

"Hay también ingredientes sorpresivos, como arcilla y químicos llamados carbonatos. Estos compuestos son inesperados porque se piensa en la necesidad de agua para que se formen. “¿Cómo se pueden formar arcilla y carbonatos en cometas congelados?” preguntaba Lisse. “No lo sabemos, pero su presencia puede implicar que el sistema solar primordial estuvo bastante entremezclado, permitiendo que se formara material cercano al Sol, donde el agua es líquida, y otro congelado desde Urano y Neptuno, que todo ello fuera incluido en un mismo cuerpo.”

También encontraron químicos nunca antes vistos en cometas, como compuestos ferrosos e hidrocarbonos aromáticos, presentes en las parrillas de asados o desechos de automóviles en la Tierra. Los silicatos de Spitzer son granitos cristalizados aun más pequeños que granos de arena, como gemas quebradas. Uno de los silicatos es un mineral llamado olivino, hallado en las radiantes playas de Arenas Verdes de Hawai.” (20)

O todos los cuerpos terrestres en el sistema solar tienen constituyentes y compuestos químicos similares, o el Tempel1 suena sin duda  como un pedazo del viejo bloque; ¡la Tierra! Sin embargo, ya los científicos que trabajan en el proyecto se preguntan acaso el Tempel 1 es en verdad representativo típico de los cometas del sistema solar (21). De hecho van más lejos, y sugieren que no debe haber tal cosa como un ‘cometa típico’. El Tempel 1, proveniente del Cinturón Kuiper-Edgeworth, no comparte características similares con otros cometas de la misma vecindad. Quizá esto sugiere que el ambiente físico en el distante Cinturón Kuiper-Edgeworth fue alguna vez más complejo de lo pensado, lo cual sería una muy interesante revelación por si misma.

Este cometa puede generar más preguntas que proveer respuestas.

 

Agua en la Luna – las implicancias

 

Los datos de NASA en relación a la composición de las rocas lunares han sido muy consistentes durante 40 años. Las regiones no polares de la Luna son secos, yermos. Hasta ayer. NASA anunció que los datos del orbitador lunar indio Chandrayaan-1 indican que hay una cierta abundancia de agua lunar – aun en áreas expuestas a los rayos solares. A 750 partes por millón, una tonelada de roca lunar contendría cerca de un litro de agua (22). Útil para misiones futuras.

¿Pero, como fue posible que NASA estuviera tan equivocada en estos 40 años? Los astronautas  de la Apolo trajeron montones de rocas lunares, muchas de las cuales fueron analizadas en busca de agua. En ese momento hallaron trazas, pero NASA alegó que ‘la mayoría de las cajas que contenían las muestras se rajaron lo que condujo a los científicos a asumir que las trazas de agua provinieron de aire terrestre que penetró a las cajas.” 750 partes por millón no es una traza. ¿Y qué hubo de las cajas que no se rompieron? ¿Qué pasa con el agua en ellas?

 

Después vinieron los aparatos NASA al final de los 90s, los cuales se dispusieron deliberadamente para descubrir agua en la Luna. Hallaron agua congelada en cráteres polares profundos. Pero Clementine, y en particular Prospector, estaban equipadas con espectómetros capaces de detectar agua sobre la superficie. ¿Cómo se equivocaron? ¡Ciertamente que no!  Aquí está el esquema guía de los espectrómetros del Prospector:

“El Prospector Lunar (PL), que fue ranzado el 5 de Enero de 1998, lleva un conjunto integrado de tres espectrógrafos. Uno de Rayos Gama (ERG) y otro de Neutrones (SN), proveen los mapas globales de la composición elemental desde trazas hasta mayores concentraciones en la superficie lunar, con especial énfasis en la búsqueda de depósitos de agua-hielo polar, implicado por la abundancia H... El mapeo global de abundancias elementales por esos espectrógrafos más y nuevos requerimientos en la superficie lunar, sobre la existencia de recursos lunares incluyendo el hielo polar” (23) [énfasis del autor]

El mapa opuesto muestran los datos del Prospector de 1998 (24), los cuales no han sido revisados por más de 10 años, de acuerdo al sitio web  de PDS (25). Los mapas ecuatoriales señalan una zona de la superficie en donde un amplio análisis fue llevado a cabo. Así – comienza la questión: ¿Por qué los datos indios (también en Impacto Profundo, sabemos) son radicalmente diferentes? ¿Cómo es que 40 años de opinión científica acerca del suelo y composición rocosa de la Luna hayan sido revolcados tan fundamentalmente? ¿Acaso Dios orinó en la Luna? ¿O hay algo fundamentalmente erróneo en los datos que NASA ha estado entregando estos 40 años? Las noticias de la BBC hablan de un descubrimiento escuchado que los científicos de NASA estaban ‘muy escépticos’ acerca de los hallazgos indios en primer lugar, simplemente  porque comprensivamente da vuelta todas las creencias anteriores acerca del agua en la Luna (26)

Se arruina todo cuando crees que dos aparatos de los Estados Unidos enviados para sobrevolar la Luna exhaustivamente hace apenas una década hayan errado tanto en sus datos – datos errados que resultan consistentes con la creencia científica acerca de la composición de las rocas lunares que viene de los 60s. ¿Tenemos que creer que en esta última década los indios han dado un salto cuántico adelante en tecnología por delante y más allá de NASA y el Departamento de Defensa (que controló a Clementine)? Eso no lo creo.

No obstante el desconcertante aspecto de esta historia, hay otras implicaciones del descubrimiento. El agua es común a través del sistema solar, parece. De acuerdo a teorías de formación planetaria en el sistema solar inicial, los mundos interiores tienden a tener sus capas de agua extraídas por el fuerte viento del vibrante y joven Sol. Por esto Mercurio y Venus son secos, y también la Luna se supone ser una cáscara disecada. Sin embargo, ahora está claro que de ninguna manera la Luna está seca. Si la Luna se formó por una colisión temprana entre la Tierra primigenia y un planeta del tamaño de Marte, como se acepta actualmente, entonces por qué la Luna tiene esta agua? Debió haberse ido lejos hace tiempo. Nasa arguye que esta agua ‘va y viene’ según el largo día lunar – y por lo tanto es parte de un continuo proceso químico activado por los rayos solares.

Volvemos al gran misterio del agua que figura prominentemente en mi libro ‘La Estrella Oscura’  'The Dark Star (27)

Estudios isotópicos del sistema solar son esenciales para comprender el punto de origen de cualquier fuente de agua en un objeto, ya que la relación cambia con la distancia al Sol, en términos generales. Esto se ve complicado por las colisiones con cometas en agua del sistema solar exterior. La  Tierra es un puzzle en ese sentido, y he sugerido que este puzzle se resuelve mejor al reconocer que la Tierra comoenzó a una distancia orbital mayor, y luego migró a su posición actual, quizá debido a una colisión. Que la Luna aún mantenga cantidades de agua en su superficie y rocas fortalece ese punto. Un siguiente paso esencial es establecer si la relación isotópica del agua lunar es más como un objeto planetario más allá de Marte que el de la actual Tierra.

 

El Misterio LCROSS

 

Un siguiente paso esencial es establecer si la relación isotópica del agua lunar es más como un objeto planetario más allá de Marte que el de la actual Tierra. La respuesta a esa questión hubiera sido de seguro resuelta por los impactos planificados de dos partes de la sonda espacial LCROSS en la superficie lunar. NASA esperaba una columna de polvo como resultado de la colisión a 5,600 mph, pero ningún signo obvio de columna o polvo levantado se observó en alguna de las colisiones (28). Sin embargo, unos análisis científicos más detallados proveyeron excitantes noticias acerca del hielo lunar:

 

NASA confirma "significante cantidad" de  agua congelada

 

Como resultado de la misión LCROSS de NASA se ha confirmado la presencia de hielo lunar en grandes cantidades:

"Una cantidad significante de agua congelada ha sido hallada en la Luna, dijo el Viernes la agencia espacial norteamericana NASA, disparando las esperanzas en poder eventualmente establecer una base lunar permanente. Los datos preliminares de una nave lunar “indican que la misión descubrió con éxito agua en un cráter lunar permanentemente a  la sombra,” dijo NASA. “El descubrimiento abre un nuevo capítulo en nuestra comprensión de la Luna,” añadió el comunicado. Los datos fueron hallados después que NASA envió un par de naves que chocaron sobre la superficie lunar el mes pasado en un dramático experimento en busca de agua. Un cohete cayó dentro del cráter Cabeus, cerca del polo lunar sur, a unos 9000 km/hr. Fue seguido 4 minutos más tarde por una nave equipada con cámaras para grabar el impacto.” (29)

Robert Massey de la Sociedad Astronómica Real especuló que el ‘agua congelada’ fue llevada a la superficie lunar por impactos de cometas. (30) La gran columna de polvo llegó al menos hasta los dos kilómetros de altura. Se mantuvo en el borde del cráter, lo que debe haber impedido que los astrónomos la vieran desde Tierra. (31) Uno de mis editores, Lee Corvino, tiene un vivo interés en los datos acerca de fuentes acuosas en el sistema solar. Él y yo estamos de acuerdo que los datos obtenidos de la exploración de  cometas y asteroides en años recientes señalan anomalías que pueden ser explicadas por migración planetaria y catastrofismo del sistema solar en sus inicios, involucrando una entidad Planeta X. Señala que los comunicados de prensa de NASA en relación a los hallazgos de LCROSS dan una pista de la prevalecencia de otros materiales volátiles en el cráter Cabeus. Aquí están los textos mismos:

  • "En suma, el agua, y otros compuestos representan recursos potenciales que podrían sostener futuras exploraciones lunares."

  • "La concentración y distribución del agua y otras sustancias requiere análisis posteriores, pero es seguro decir que Cabeus tiene agua."

  • "El equipo científico de LCROSS junto a otros colegas  están buscando completar los datos globales del impacto para averigüar y comprender la distribución de materiales, en particular volátiles, entre el suelo y el sitio de impacto.”

  • "Además del agua en Cabeus, hay otros asuntos interesantes relativos a otras sustancias intrigantes." (32)

Si el agua fue depositada por cometas, entonces debería haber presencia de material orgánico en la superficie lunar proveniente de la misma fuente. Dado que el hielo de agua se mantiene bajo el suelo lunar, entonces parece razonable suponer que las fuentes de material orgánico y volátiles en los cometas también debe prevalecer en los suelos lunares. Tal descubrimiento sería incluso más profundo que la confirmación de agua congelada. Los ladrillos químicos de la vida podrían estar presentes en el suelo lunar, llevados a la Luna por cometas durante billones de años.

Todo lo cual hace explotar la pregunta - ¿por qué esto no fue dado a conocer cuando las rocas lunares traídas a Tierra por el Apolo, fueron analizadas hace décadas? Quizá sea perdonable el error del agua en las muestras de rocas lunares por contaminación. ¿Sería acaso la presencia de compuestos orgánicos en la Luna una omisión muy grande?

 

¿Vino el Agua Terrestre de los Asteroides?

 

El descubrimiento de agua hielo en los asteroides ha abierto nuevas posibilidades para que los astrónomos se aficionen a explicar la fuente de la abundancia de  agua en la Tierra.

Ahora está claro que la huella del hielo cometario es diferente a la del agua terrestre. Como tal, la creencia de larga data entre los científicos en relación a que el agua de la Tierra fue depositada por cometas que impactaron ha sido radicalmente desafiada. No diría que esta teoría es ahora completamente rechazada entre los astrónomos, porque al mismo tiempo ha emergido una amplia zona gris entre la naturaleza y la composición de cometas versus asteroides. En términos astronómicos, la ‘línea de nieve’ ha sido movida. Sin embargo, está claro que si el agua fue depositada aquí de manera temprana, no vino del borde del sistema solar. En cambio, el agua aquí es semejante a la encontrada en el cinturón de asteroides.

Debido a este hallazgo, los científicos están ahora especulando que el agua fue depositada sobre una Tierra seca por asteroides (33). Mientras la mayoría de los asteroides están felices en el cinturón ubicado a salvo entre Marte y Júpiter, hay asteroides que tienen órbitas más excéntricas, y hay muchos ‘objetos cercanos a la Tierra’. El problema para los científicos es que la especulación gira en torno al agua hallada de manera sorpresiva en asteroides principales como el 24 Temis y el 65 Cibeles. No vinieron a ninguna Tierrra, nunca. Si uno cree en los modelos actualmente aceptados de la formación planetaria en el sistema solar, entonces la Tierra ha sido siempre como es ahora, y el cinturón principal de asteroides estaba donde están. Los dos no se han mezclado socialmente – de modo que ¿en primer lugar cómo en verdad llegó el agua a la Tierra si estaba supuestamente ubicada en asteroides lejanos?

La visión de Zecharia Sitchin del sistema solar inicial ofrece una respuesta a esta pregunta – los asteroides y la Tierra  vienen del mismo sitio. De acuerdo a sus lecturas de textos antiquísmos, él sostiene que la Tierra fue una vez un mundo acuoso mucho más grande. De mucha importancia para el asunto del origen del agua terrestre, la Tierra estaba inicialmente ubicada en lo que ahora es el cinturón de asteroides. Ese argumento es aquí muy promisorio, porque si la Tierra inicial o primigenia estuvo alguna vez ubicada 4 veces más lejos del Sol, entonces su agua inicial no debió ser expulsada por el Sol en esa época. Esto además explicaría por qué hay agua en la Luna.

Hay mucha evidencia de colisiones masivas en la historia de  los momentos iniciales de la Tierra. La teoría científica que encabeza el momento acerca de la formación de la Luna sostiene que la Tierra fue golpeada por un planeta del tamaño de Marte. Más adelante, la Tierra (junto a otros mundos) fue impactada por muchos asteroides/cometas hace unos 3.9 billones de años en el último bombardeo fuerte. Sorpresivamente, el agua en la Luna está profundamente incrustada en las rocas, sugiriendo que el agua era parte de la composición lunar desde un comienzo. Si la Luna se formó como resultado de una colisión planetaria con la Tierra primigenia, entonces hay base para razonar que la Tierra primigenia también tenía agua  en abundancia (34). En ese caso, la teoría de ‘la última capa’ es de cualquier forma redundante. Pero las colisiones mismas ofrecen  una sugestión a cómo migró la Tierra:

Quizá es tan simple como decir que la Tierra fue sacada de su órbita, y el cinturón de asteroides señala el sitio de este evento catastrófico. Más bien, la pasada cercana de un cuerpo más grande, jugó un papel – proveyendo al mismo tiempo el empuje gravitacional para una sustancial migración de la Tierra, y el sistema acompañante de satélites y cometas que pudieron haber resultado en pedazos medibles durante la pasada.

Creo que estos últimos descubrimientos nos conducen hacia la conclusión que la Tierra inicialmente se formó, con agua y todo, mucho más lejos del Sol que su actual ubicación. Más aún, el cinturón de asteroides es un sub-producto de lo que sea haya sido el evento que trajo a la Tierra al sistema solar interior. Tal situación explicaría la abundancia de agua terrestre, el hecho que el agua no vino de los cometas, y la abundancia de agua ubicada incluso aún en asteroides menores lejos de la Tierra.

 

Escrito por Andy Lloyd, 2nd April 2002, 15th Feb 2004, 22nd Feb 2005, 16th- 23rd Aug 2005, 25th Sept 2009, 14th Nov 2009, 10th Jan 2011

author of 'The Dark Star' (2005), 'Ezekiel One' (2009), 'The Followers of Horus' (2010) and 'Darker Stars' (2019)

Translation by Enrique Pérez Porter

 

    Darker Stars

 

Referencias (en idiomaa inglés)

1) Ben Harder “Water for the Rock: Did Earth's Oceans come from the Heavens?” Science News, 23 March 2002; 161(12)  Thanks to Lee Covino

thefreelibrary.com article

2) Aramand Delsemme “An Argument for the cometary origin of the biosphere” American Scientist, 89(5): 432-442, Sept-Oct 2001

proquest.com article

3) Michael Drake & Kevin Righter  “Determining the composition of the Earth” Nature, 416: 39-44, 7 March 2002

nature.com article

4) Alessandro Morbidelli et al.  “Source regions and timescales for the delivery of water to the Earth”,  Meteoritics and Planetary Science, 35(6):  1309-1320, November 2000

onlinelibrary.wiley.com article

5) Zecharia Sitchin  “The Twelfth Planet” Avon 1976

  The Twelfth Planet

6) Leonard David "Long-Destroyed Fifth Planet May Have Caused Lunar Cataclysm, Researchers Say" 18 March 2002 (article on longer available online)

7) Joan d’Arc  “Space Travellers and the Genesis of the Human Form”  p29 The Book Tree 2000

  Space Travelers

8) I. Semeniuk  "Neptune Attacks! Early solar system cataclysmic impact model involving Uranus and Neptune",  New Scientist 7 April 2001, pp26-9

9) Andy Lloyd  “Winged Disc: The Dark Star Theory” 2001

  The Dark Star

10) Andy Lloyd  “Synopsis of The Dark Star Theory”, pp50-5, UFO Magazine August 2001

11)  G. Marcy & P. Butler  "Hunting Planets Beyond", Astronomy, 28(3): p43-7, March 2000

12} Alan Alford "The Phoenix Solution: Secrets of a Lost Civilization",  Hodder & Stoughton 1998pp171-4,

   The Phoenix Solution

13) Andy Lloyd "Planet X: Past and Present" UFO Magazine, January 2004,  pp32-7,

14) Andrew Pike “Exoplanets: What’s New?”  UFO Magazine, February 2004, p72-3,

15) David Koerner & Simon LeVay "Here be Dragons: The Scientific Quest for Extraterrestrial life" p43, Oxford University Press 2000

  Here Be Dragons

16)  Philip Ball "Mars may have a frozen sea" Nature, 22 February 2005

nature.com news

17) University College London "Frozen sea discovered near Martian equator from 3D images of Mars Express" 22nd February 2005

UCL Press Release

18)  Linda Moulton Howe “Deep Impact Spectra: Carbonate, PAHs and Some Amino Precursors in Comet Tempel I”  Interview with Dr. C. Lisse, Professor of Physics, 12 August 2005 with thanks to Lee Covino

earthfiles.com news

19) Richard Hoagland "Deep Impact...Deeper Confusion" 20th August 2005

Enterprise Mission article

20)  Whitney Clavin "NASA's Spitzer and Deep Impact Build Recipe for Comet Soup" 7th September 2005, with thanks to Monika Myers

NASA article

21)  World Science "No “typical” comets, astronomers suggest based on comet-shoot study" 12th September 2005, (article on longer available online)

22) Claire Bates "'Widespread water' found on the Moon, opening the way for man to live there full-time" Daily Mail, 24 Sept 2009

Daily mail article

23) Lunar Prospector Data Maps  (no longer available) but see:

A N Binder "Lunar Prospector: overview" Science 4 Sept 1998 281(5382):1475-6.

pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/9727967/

24) The Los Alamos Built Spectrometers (no longer available online)

25) Lunar Prospector Reduced Spectrometer Data 

pds-geosciences article

26)  BBC Radio 4 News, 10pm 24 Sept 2009

27)  Andy Lloyd "The Dark Star - The Planet X Evidence", Timeless Voyager Press 2005

  The Dark Star

28) Ian Sample "Moon Crash Landing Fails to Raise Dust" The Guardian, 10 October 2009, p5

29) NASA "LCROSS finds water on the Moon" 13 Nov 2009

NASA article

30)  'P.M.', BBC Radio 4, 13 Nov 2009

31) Jonathan Amos "Large Amounts of Water on Moon" BBC News, 13 Nov 2009,

bbc.co.uk article

32)  Jonas Dino, "LCROSS Impact Data Indicates Water on Moon" 13 Nov 2009 with thanks to Lee

NASA article

 

The Great Water Conundrum